Perejil Hoja

No son enemigos, sino herramientas distintas para momentos diferentes. Un buen cocinero sabe cuándo usar cada una:

Usa PEREJIL FRESCO para: El acabado final y platos fríos. Su sabor vibrante y ligeramente picante es ideal para ensaladas (como el tabulé), vinagretas, picadas, y para espolvorear sobre un pescado o una carne justo antes de servir. Es el protagonista.

Usa PEREJIL SECO para: La base de la cocción y mezclas secas. Su sabor más suave y herbáceo es perfecto para integrarse lentamente en guisos, sopas y caldos. También es indispensable para crear tus propias sales de hierbas, sazonadores en polvo (rubs) o para hacer pan de ajo.

La regla general y más fiable es usar un tercio (1/3) de la cantidad que indica la receta. Por ejemplo, si una receta pide "una cucharada de perejil fresco picado", deberías usar aproximadamente una cucharadita de perejil seco en hoja. El proceso de secado concentra el sabor de la hierba, por lo que se necesita menos cantidad para lograr un delicioso fondo herbáceo

¡Aporta mucho más que color! Un perejil seco de alta calidad como el nuestro tiene un sabor sutil pero complejo, con notas herbáceas que recuerdan al heno recién cortado y al té verde. A diferencia del sabor brillante del fresco, el seco proporciona un "fondo de sabor" que enriquece y da coherencia a guisos, sopas y mezclas de especias sin abrumar a los otros ingredientes. Es un actor de reparto excepcional, no solo un adorno.

¡Sí! Para "despertar" sus aceites esenciales y potenciar su aroma, hay dos trucos muy sencillos:

Frótalo: Justo antes de añadirlo a tu plato, vierte la cantidad que necesites en la palma de tu mano y frótala enérgicamente con la otra. El calor de la fricción liberará su perfume.

Rehidrátalo: Para usos en cocciones cortas o en frío (como un aliño), puedes rehidratarlo durante un par de minutos en una cucharadita de agua tibia, caldo o zumo de limón antes de incorporarlo.

Nuestro perejil es de la variedad de hoja lisa, también conocido como perejil italiano. Elegimos esta variedad deliberadamente porque es universalmente reconocida por los chefs por tener un sabor mucho más robusto, complejo y aromático que el perejil rizado. El perejil rizado, aunque visualmente atractivo, tiene un sabor más suave y a veces ligeramente amargo, por lo que a menudo se reserva para fines decorativos. El de hoja lisa es, sin duda, la elección del cocinero para obtener el mejor sabor.