Oregano Hoja

A diferencia de muchas otras hierbas como el perejil, en el caso del orégano, la versión seca es a menudo la preferida por los chefs para platos cocinados. El proceso de secado concentra sus aceites esenciales, dándole un sabor más robusto, terroso y picante que soporta mucho mejor las altas temperaturas de un guiso o un horno. El orégano fresco es más suave y floral, ideal para añadir al final en ensaladas o para decorar, pero el sabor intenso y característico de la cocina italiana y griega proviene del orégano seco de calidad.

El secreto de los pizzaioli (maestros pizzeros) está en el cuándo se añade. Hay dos grandes métodos:

Para un sabor integrado: Mezcla el orégano directamente en la salsa de tomate antes de extenderla sobre la base.

Para un aroma final intenso (el más tradicional): Espolvorea generosamente el orégano sobre la pizza justo cuando sale del horno, junto con un chorrito de buen aceite de oliva virgen extra. El calor residual de la pizza caliente liberará su perfume de forma explosiva. ¡Prueba ambos métodos y elige tu preferido!

¡Sí, y es el gesto que diferencia a un aficionado de un experto! El aroma del orégano reside en sus aceites, protegidos dentro de la hoja seca. Para liberarlos justo antes de que lleguen al plato, simplemente vierte la cantidad que necesites en la palma de tu mano y frótala enérgicamente con la otra. El calor y la fricción romperán las hojas y liberarán su perfume de forma espectacular. Notarás la diferencia al instante

La "personalidad" inconfundible del orégano proviene de sus aceites esenciales, y concretamente de un compuesto llamado carvacrol. Un orégano de alta calidad, como el que seleccionamos en DNNS, tiene una alta concentración de carvacrol. Esto se traduce directamente en lo que percibimos como un aroma más potente, un sabor más picante y pungente, y también es el responsable de las conocidas propiedades antioxidantes y antimicrobianas de la planta.