Anís Grano

Es la duda más importante y es crucial no confundirlos, ya que son de plantas totalmente diferentes:

• Anís Verde o Matalahúva (el nuestro): Son las pequeñas semillas de una planta herbácea mediterránea (Pimpinella anisum). Su sabor es dulce y delicado, siendo el rey de la repostería tradicional española (rosquillas, pestiños) y de los licores anisados.
• Anís Estrellado: Es el fruto con forma de estrella de un árbol de origen asiático (Illicium verum). Su sabor es mucho más potente, intenso y casi amaderado. Es ideal para infusiones potentes o para dar un carácter exótico a guisos y caldos.

¡Esa es la gran ventaja del grano entero! Tienes dos productos en uno y la forma de usarlos es distinta:

• Para Repostería (Sabor Intenso): Para que el sabor se integre en tus masas de rosquillas, bizcochos o galletas, lo ideal es moler la cantidad justa que necesites en un molinillo de especias o en un mortero. Obtendrás un polvo fino e increíblemente aromático.
• Para Infusiones (Sabor Suave): Simplemente añade una cucharadita de los granos enteros directamente a una taza de agua caliente (sin que llegue a hervir), tapa y deja reposar 5-7 minutos. Luego cuela y disfruta de sus propiedades digestivas.

Es un remedio tradicional muy sencillo y efectivo. Para prepararla perfectamente y aprovechar todos sus beneficios:

1. Calienta agua en un cazo o hervidor hasta justo antes del punto de ebullición.
2. Pon una cucharadita (unos 2-3 gramos) de nuestras semillas de anís verde en una taza.
3. Vierte el agua caliente sobre las semillas.
4. Tapa la taza con un platito. Este paso es importante para que los aceites esenciales volátiles no se escapen con el vapor.
5. Deja que infusione durante 5 a 7 minutos, cuela ¡y listo! Es ideal después de las comidas.

Comprar el anís en grano te da tres ventajas clave que un cocinero exigente valora:

1. Máxima Frescura y Aroma: La semilla entera es la cápsula natural que protege los aceites esenciales. El sabor y el perfume al molerlo en casa son incomparables.
2. Mayor Duración: Conserva su potencia aromática durante mucho más tiempo (más de un año) que la versión molida, que pierde frescura más rápidamente.
3. Versatilidad Total: Te permite usarlo tanto para infusiones digestivas (con el grano entero) como para repostería de alta calidad (moliéndolo al momento).

Sí, de forma espectacular. El compuesto principal que nos da el sabor y aroma del anís, el anetol, es muy volátil. Cuando mueles la semilla en un molinillo o la machacas en un mortero, rompes sus paredes celulares y liberas este aceite esencial en su punto álgido de potencia. El perfume que inunda la cocina y el sabor dulce y a regaliz que consigues en ese momento es mucho más vivo, nítido y potente que el de cualquier anís que lleve tiempo molido.